Cuando hablamos de vehículos eléctricos, siempre debemos considerar de dónde viene la energía que recarga sus baterías. A pesar de todos los esfuerzos en materia de ingeniería, ningún coche logrará alcanzar por completo la etiqueta de «sostenible» si la electricidad que llega a nuestros hogares se obtiene quemando carbón, fuelóleo (fuel oil) o gas natural.
En este punto es cuando intervienen los paneles solares. Algunas compañías han experimentado con los diseños de sus coches instalando paneles sobre un techo convencional, pero aún se necesitan varios años de desarrollo adicional. Por suerte, los vehículos personales pueden adoptar a la energía solar con mayor velocidad, y un excelente candidato es la bicicleta eléctrica.
Colocar los paneles sobre el cuadro parece ser la primera opción, sin embargo, el proyecto llamado The Solar Bike, los mueve hacia las ruedas.
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