La magia de las impresoras 3D no tiene pausa.
Desde juguetes hasta órganos, pasando por comida,prótesis, vehículos e instrumentos
musicales, la lista se hace cada vez más grande a medida que pasa el tiempo. En
varias ocasiones hemos hablado sobre el uso de impresoras 3D para
construir casas y edificios, pero un hombre en Minnesota llevó
ese concepto al extremo, e imprimió un castillo de hormigón.
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