Con cientos de participantes provenientes de 47 países diferentes, las cinco categorías generales de la RoboCup 2015 han completado sus encuentros, y el mundo robótico coronó a sus nuevos campeones mundiales de fútbol. Organizada desde el año 1997, la RoboCup utiliza plataformas comunes a las que cada equipo debe programar en un intento por extraer el mayor rendimiento posible de sus jugadores, y obtener ventajas en velocidad y precisión.
Nadie duda de que los robots aún están a décadas enteras de ocupar un campo de fútbol real y rendir como lo hacen los profesionales, pero a una escala mucho más pequeña, los encuentros están ganando entusiasmo y velocidad. De acuerdo al equipo australiano, este último elemento fue la clave para derrotar a sus rivales. Si las optimizaciones en el código le permiten a los robots llegar antes al balón, tendrán más posibilidades de enviarlo al fondo de la red. La edición 2016 se mudará a Leipzig. Estaremos esperando.