jueves, 28 de agosto de 2014

LA PRIMERA VÉRTEBRA IMPRESA EN 3D

La impresión 3D tiene un lugar cada vez más grande en el mundo de la medicina. Que los doctores puedan diseñar piezas y realizar implantes con ajustes mínimos es favorable en todos los sentidos, especialmente sobre la recuperación del paciente. La semana pasada, doctores en la Universidad de Pekín colocaron un implante en un niño de 12 años, utilizando la primera vértebra impresa en 3D.

Las últimas novedades nos llevan a China, en la Universidad de Pekín. Allí, un grupo de médicos realizó una compleja cirugía de cinco horas sobre un paciente de 12 años con el objetivo de retirar una vértebra afectada por un tumor maligno. Como reemplazo, en la intervención se aplicó la primera vértebra impresa en 3D, que usa titanio como material básico. Un dato muy interesante sobre la pieza es que los expertos incluyeron poros muy pequeños, de forma tal que los huesos pueden crecer dentro de ella, lo que lleva a un anclaje mucho más natural, sin necesidad de tornillos invasivos u otra clase de elementos.



jueves, 14 de agosto de 2014

BIOBATERÍAS TATUADAS EN LA PIEL

Bio-batería


Nuestros dispositivos móviles podrán ser más eficientes que hace algunos años, pero la demanda de energía no se ha ido a ninguna parte. Desde baterías de emergencia hasta celdas especiales, todo apunta a extender la vida de tablets y smartphones un poco más, sin embargo, un equipo de la Universidad de California ha creado algo inusual: Un sensor en forma de tatuaje, que puede convertir el sudor en electricidad.

La idea de usar al cuerpo humano como una especie de batería gigante para recargar a nuestros dispositivos móviles no es nueva. Desperdiciamos mucha energía durante el día, y el truco está en desarrollar un método eficiente que nos permita capturarla, almacenarla y utilizarla. Uno de los conceptos más recurrentes es el de “caminar y cargar”, pero lo que tenemos aquí hoy es mucho más llamativo, si logramos dejar de lado su aparente complejidad. Un equipo de investigadores en la Universidad de California desarrolló un tatuaje temporal, cuya función principal es la de monitorear el cuerpo mientras se realiza actividad física. El sensor trabaja a través de la detección de ácido láctico (o lactato, como prefieran). El ácido láctico está presente en el sudor, y el hecho de que pueda ser medido de forma directa y no invasiva representa un avance muy importante. Los niveles de ácido láctico no sólo ayudan a visualizar el rendimiento de un entrenamiento específico, sino que también habilita a los médicos para detectar condiciones especiales, como enfermedades de los pulmones o el corazón.